Queridos amigos,
el 6 de enero de 2024 se realizó la Asamblea Central de nuestra Asociación Privada Internacional Fedeli Nuovi Orizzonti, con la elección de los nuevos cargos para los próximos cinco años, y yo fui reelegida Presidente.
De hecho, tuve que someterme a varias consultas médicas, y la persistencia de un alto riesgo tanto de accidente cerebrovascular como de infarto de miocardio, en un marco general caracterizado por numerosas patologías y cuatro síndromes muy avanzados que hacen especialmente compleja la gestión de las terapias de contención, llevó a los distintos especialistas médicos que me seguían a expresar su gran preocupación y a confirmar la incompatibilidad de mi salud con los elevadísimos niveles de estrés que han caracterizado mi vida durante demasiado tiempo.
A pesar de que la gran precariedad de mi salud ha sido durante mucho tiempo mi «espina en la carne», sostenida por Su gracia que se manifiesta precisamente en la debilidad (cf. 2 Co 12,9), en estos treinta años de Nuevos Horizontes, debido al rápido crecimiento de la Comunidad y a la consiguiente multiplicación exponencial de las graves responsabilidades, delicadas decisiones y pesadas cruces relacionadas con el liderazgo de esta gran Familia, he tenido que seguir manteniendo un ritmo imposible. Evidentemente, todo ello contribuyó a agotar mi cuerpo más allá de toda posibilidad y así, a pesar de que los dolores eran generalizados, crónicos e insoportables desde hacía muchos años, tuve que aprender a convivir con los numerosos y cada vez más acuciantes síntomas, que en realidad eran graves señales de alarma y a las que sin duda debería haber hecho caso… pero cada vez que lo intentaba, aparecía una nueva e ineludible emergencia a la que hacer frente.
Ante este enésimo «colapso» mío, tras escuchar la opinión que me expresaron los médicos que me siguen, tuve que tomar nota de que mi estado de salud ya no era compatible con los cada vez más apremiantes y numerosos compromisos relacionados con el papel de Presidente, al frente de esta vasta y compleja Obra.
En este momento de gran tribulación y tan delicado para el mundo entero, no me parecía justo dejar la dirección de Nuovi Orizzonti, y esperaba poder aguantar un poco más. Sin embargo, no había previsto un nuevo colapso de salud tan peligroso, justo después de las elecciones.
Y así, con gran dolor, tuve que tomar la decisión de presentar oficialmente mi dimisión al Papa Francisco y al Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida, presentada el 11 de febrero de 2024, fiesta de Nuestra Señora de Lourdes.
Estoy aquí para compartir esta importante decisión con todos ustedes, para que recen por mí y por la familia Nuovi Orizzonti; de hecho, la dirección de la Obra será confiada en este momento a los nuevos responsables elegidos el 6 de enero de 2024, mientras esperamos a entender con el Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida cómo proceder, porque según los Estatutos Generales vigentes, con la dimisión del Presidente caducan todos los cargos y debe elegirse un nuevo Presidente. Recemos por quienes tendrán que dirigir la comunidad en este tiempo y guiarla en los próximos años. Por supuesto, yo siempre estoy ahí, pero de otra manera. Por otra parte, no tenemos de qué preocuparnos, porque esta Obra es de Dios y Él seguirá guiándola a través de las agitadas aguas de este tiempo.
Cuento con sus oraciones en este momento particularmente difícil para mí, cuenten con las mías. Agradecidos a Dios por los muchos milagros de resurrección contemplados en estos treinta años, seguros de que contemplaremos muchos más juntos, permanezcamos en comunión buscando vivir un abandono cada vez más pleno a la Voluntad del Padre, repitiendo nuestro «In Manus Tuas Domine».